lunes, 25 de octubre de 2010

El viaje del elefante

Saramago otra vez, Saramago siempre. Un relato sencillo, basado en una anécdota de la realeza europea, nos transporta de nuevo a través de las palabras.
es increíble como asistimos, como espectadores, como con una lupa, la expedición de soldados, campesinos, hombres y un paquidermo. En una perspectiva casi voyeurista, atestiguamos las palabras, y a veces con mayor expectación, los silencios, los hombres temen menos a las espadas y a las guerras, que a las palabras que pronuncian, las palabras que los vuelven vulnerables.
Tienen sentimientos que no saben cómo llamar, y que por tanto se niegan a sentir. Los protocolos, las fórmulas establecidas, son certezas a las que nos asimos, no hay lugar para la espontaneidad, inseguros en la creatividad.
La ironía del autor que nos vuelve una delicia su lectura, sus referentes, todo.
Nunca un par de piezas de marfil brillaron tanto.

lunes, 11 de octubre de 2010

Cidade Vergonha


En esta ocasión les presento un poema de Gregório de Matos Guerra (Salvador, 23 de diciembre de 1636 — Recife, 26 de noviembre de 1695). Es considerado el mayor poeta barroco de Brasil y el más importante poeta satírico de la literatura en lengua portuguesa, en ese periodo.
El texto como sucede con la buena literatura es atemporal, contiene algunas fórmulas ya en desuso, sin embargo es bastante transparente y tristemente actual. Perfectamente aplicable a nuestras ciudades.
Al final encontrarán una humilde traducción, a falta de encontrar una. De antemano mis disculpas por tal atrevimiento.

Cidade Vergonha

Que falta nesta cidade?... Verdade.
Que mais por sua desonra?... Honra.
Falta mais que se lhe ponha?... Vergonha.

O demo a viver se exponha,
Por mais que a fama a exalta,
Numa cidade onde falta
Verdade, honra, vergonha.

Quem a pôs neste rocrócio?... Negócio.
Quem causa tal perdição?... Ambição.
E no meio desta loucura?... Usura.

Notável desaventura
De um povo néscio e sandeu,
Que não sabe que perdeu
Negócio, ambição, usura.
[...]

E que justiça a resguarda?... Bastarda.
É grátis distribuída?... Vendida.
Que tem, que a todos assusta?... Injusta.

Valha-nos Deus, o que custa
O que El-Rei nos dá de graça.
Que anda a Justiça na praça
Bastarda, vendida, injusta.
[...]

A Câmara não acode?... Não pode.
Pois não tem todo o poder?... Não quer.
É que o Governo a convence?... Não vence.

Quem haverá que tal pense,
Que uma câmara tão nobre,
Por ver-se mísera e pobre,
Não pode, não quer, não vence.

Gregório de Matos "epílogos" (1690?)


Ciudad Vergüenza

¿Qué falta en esta ciudad? …Verdad
¿Qué más para su deshonra? …Honra
Falta que se le ponga…Vergüenza.

El pueblo al vivir se exhibe,
Por mas que la fama la exalta,
En una ciudad donde falta
Verdad, honra, vergüenza.

¿Quién detrás de este secuestro?... Negocio.
¿Quién la causa de tal perdición?... Ambición.
Y en medio de esta locura…Usura.

Notable desventura
de un pueblo necio y sandio
que no sabe que perdió
Negocio, ambición, usura.

¿Qúe es lo que la Justicia guarda?... Bastarda.
¿Es gratuitamente distribuida?... Vendida.
¿Qué tiene, que a todos asusta?... Injusta.

Válgame Dios, lo que cuesta
Lo que el Rey nos da de gracia.
Que pasee la justicia en la plaza
Bastarda, vendida e injusta.

¿La Cámara no acude?... No puede.
¿Pues no tiene todo el poder?... No quiere.
¿Y si el gobierno la convence?... No vence.

¿Quien habrá que así piense?
Que una Cámara tan noble,
Pueda verse tan miserable y pobre,
No puede, no quiere, no vence.

viernes, 1 de octubre de 2010

Defendiendo lo indefendible




En días pasados fuí, victima de una mudanza, esa práctica temeraria e impostergable. Es como un exorcismo, guardamos cosas, nos deshacemos de otras, regalamos, en el mejor de los casos unas más. Nos confronta en medio de cajas y bolsas con el pasado, el presente y el futuro.

La ocasión de esta entrada, es la cantidad de revistas que tuve que despedir en la mudanza, alrdedor de 60 revistas no pasaron el filtro de poseer una foto o un artículo que valiera la pena para desplazarla. Acumuladas a lo largo de los últimos 7 años, algunas llegaron por una suscripción, otras como muestra gratis, y la mayoría como impulsos frente a los anaqueles del área de revistas de alguna tienda.

Y es que la revista a diferencia del libro, nos muestra la información de forma más inmediata, lo que está ocurriendo en el tiempo próximo. La información de las revistas nos mantiene actualizados. Podríamos encontrar información en internet es cierto, pero lo admito soy un fetichista del papel y el gusto de tener las letras entre las manos es irremplazable.

Consejos maternales han habido desde mi adolescencia, donde mi gusto por harceme mensualmente de un nuevo número ya existía, el consejo esgrime que lo que gasto en ellas, bien podría aprovecharlo de otra manera. Tiene nazón.

Mi elección, sin embargo, es gastar en ellas, divertirme, actualizarme, informarme, sorprenderme, inspirarme y tener cosas para empacar en la próxima mudanza.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Burbujas en el metro

Me he declaro en repetidas ocasiones, en contra de los vendedores del Metro, entiendo que ese sea su ingreso, pero no me parece justo que utilicen ese espacio público, entrando a los vagones con su música a niveles agresivos, empujando y, aún viendo que no hay lugar pasando entre los pasajeros. Y dicho sea de paso vendiendo productos ilegales como son los discos piratas.
Sin embargo, en semanas pasadas presencié algo extraordinario. Estando en una estación,ni siquiera en el anden, se poso en mi mano una burbuja de jabón, busqué al niño, probable autor del divertimento pero no lo ví, debo decir que me inquietó, ¿Una señal?
Un rato después ya en el vagón, una mujer ingreso vendiendo un liquido para hacer burbujas. Fue un momento tan peculiar, todos, como hipnotizados veíamos las esferas levantarse en el aire y caer sobre nosotros, otras más huyendo al túnel.
Por unos minutos, lo que dura el trayecto entre dos estaciones, sonreímos, tal vez recordamos algo de nuestra infancia. ¿Cual es la atracción en esas pelotitas? La física nos describe como se forman, pero es su ascenso y descenso, su libertad, la que nos atrapa, en el arte simbolizan lo efímero de la vida.
La belleza de fugaz existencia, es a mí, lo que me atrapa.

lunes, 29 de marzo de 2010

Drácula

Hace apenas unos días, pasó por mis manos la célebre obra de Bram Stocker. El formato, como si estuviésemos leyendo un diario, ayuda a dar verosimilitud a los hechos y permite una ágil lectura. El lenguaje de una maravillosa riqueza visual y verbal, nos perfila los modales, ideas y costumbres de la época. Sin embargo, el cine y la cultura popular me hicieron esperar un personaje de Drácula, muy diferente. En el libro apenas se le menciona en el principio y después muy escasamente. El caballero galante, lascivo y sensual que todos conocemos apenas y se vislumbra en la obra.
La obra integra las grandes tradiciones y supersticiones de la Europa del este en ese momento y documenta según algunos, los antiguos y populares conocimientos sobre vampiros que aún persisten, el ajo, el crucifico, etc.
Los personajes de una ingenuidad solo atribuible al momento histórico que reflejan son devotos, puros, temerosos de Dios, se enfrentan al monstruo que a lo largo del tiempo a pasado a convertirse en el icono de la pasión y lujuria malditas.
El personaje logró salir del libro, pero tuvo que cambiar para subsistir, de haber seguido como el autor lo presenta, habría muerto de una forma tan simple, tan indigna como en el relato, afortunadamente, el séptimo arte, llegó y lo transformó. Después la televisión hasta lo parodió con resultados tan divertidos como un pato que toma salsa de tomate, o tan desafortunados como un niño que intenta infundir méyo.
Gracias Stocker, por presentarnos al vampiro, inspirado en Vlad Tepes, pero le debemos mas a las posteriores transformaciones y enfoques que del conde se han hecho.

jueves, 11 de marzo de 2010

Preciosa

Creo que sòlo Oliver Twist y Remi han soportado tanto dolor como esta chica de Harlem, aunque sigo con mis dudas, decidido a aprovechar el tiempo ví este filme que estaba lejos de hacerme pasar un rato agradable. La película es buena, es todo, menos preciosa.
Hay una crudeza que raya en la crueldad, vemos como siempre hay alguien que la pasa peor que uno mismo, que nuestros problemas no son nada, hay personas que la pasan mucho peor.
Hay tintes de fantasía que llegan sólo en la cabeza de la protagonista como un método de defensa ante las adversidades. Se agradece el realismo, preferible al drama y melosidad de otras cintas que usan el termino inspiradora, esta no, duro, seco y al hocico.
Hay un cierto pesimismo en el aire, la película de la semana pasada “A serious man”, es desde una perspectiva más ligera, una premisa muy similar, si nos va mal, siempre cabe la posibilidad de que nos vaya peor. Sin embargo Preciosa en comparación con la cinta de los hermanos Cohen deja abierta una posibilidad, con sus bemoles, pero en la cual radica el aporte de la cinta, todo depende de cómo lo veamos y si tomamos el lado bueno, me quedo con la parte en que señalan que a veces las personas que están rodeadas de oscuridad, en un túnel, deben brillar por ellas mismas, y cuando salen de ese túnel siguen brillando para alumbrar a los demás.