Es por todos conocida la asombrosa influencia que los medios tienen en el lenguaje. En esta ocasión, presento como como esta influencia, raya en el ridículo de llevarnos a hablar mal.
"Lo que se ve no se juzga", en una frase del cotidiano que que se atribuye a Juan Gabriel, en un contexto en el que se cuestionaba su sexualidad. Al parecer el divo de Juárez, erró su aseveración al confundirla con con otra frase hecha: "Lo que se ve no se pregunta"
Esta segunda frase es sencilla, clara, lógica. Podemos intercambiar el orden de sus elementos, cambiarlos por sinónimos y su significado seguirá inalterable: "Lo que es obvio no precisa cuestionamientos", "No se ahonda en lo evidente", etc.
Sin embargo y aquí viene el meollo del asunto, las personas citan al cantante chihuahuense, con todo y lo incongruente de su frase, y cada que la oigo, siento que tiro de mis cabellos y pregunto:
-Si "Lo que se ve no se juzga", Entonces ?que demonios se juzga? Lo invisible!!! Lo que se ve claro que se juzga, es más, es requisito de todo juicio, ver, observar, comparar. Todos juzgamos lo que vemos, lo evaluamos,y luego lo criticamos o lo amamos.
Seguramente muchos sostendrán que lo que da sentido a su frase es el contexto en el que se dió. Pero aún siendo así, la frase que usa, no expresa la originalidad e inteligencia que hubiera mostrado si utilizara el verbo preguntar en vez de juzgar.
Probablemente la frase permanezca en el habla de la gente, sobreentendida para muchos por el contexto en el que se mencionó. Sin embargo y aquí es donde me alarmo, el verdadero significado de la frase pasará inadvertido.
Se mecaniza el lenguaje.
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