lunes, 29 de marzo de 2010

Drácula

Hace apenas unos días, pasó por mis manos la célebre obra de Bram Stocker. El formato, como si estuviésemos leyendo un diario, ayuda a dar verosimilitud a los hechos y permite una ágil lectura. El lenguaje de una maravillosa riqueza visual y verbal, nos perfila los modales, ideas y costumbres de la época. Sin embargo, el cine y la cultura popular me hicieron esperar un personaje de Drácula, muy diferente. En el libro apenas se le menciona en el principio y después muy escasamente. El caballero galante, lascivo y sensual que todos conocemos apenas y se vislumbra en la obra.
La obra integra las grandes tradiciones y supersticiones de la Europa del este en ese momento y documenta según algunos, los antiguos y populares conocimientos sobre vampiros que aún persisten, el ajo, el crucifico, etc.
Los personajes de una ingenuidad solo atribuible al momento histórico que reflejan son devotos, puros, temerosos de Dios, se enfrentan al monstruo que a lo largo del tiempo a pasado a convertirse en el icono de la pasión y lujuria malditas.
El personaje logró salir del libro, pero tuvo que cambiar para subsistir, de haber seguido como el autor lo presenta, habría muerto de una forma tan simple, tan indigna como en el relato, afortunadamente, el séptimo arte, llegó y lo transformó. Después la televisión hasta lo parodió con resultados tan divertidos como un pato que toma salsa de tomate, o tan desafortunados como un niño que intenta infundir méyo.
Gracias Stocker, por presentarnos al vampiro, inspirado en Vlad Tepes, pero le debemos mas a las posteriores transformaciones y enfoques que del conde se han hecho.

jueves, 11 de marzo de 2010

Preciosa

Creo que sòlo Oliver Twist y Remi han soportado tanto dolor como esta chica de Harlem, aunque sigo con mis dudas, decidido a aprovechar el tiempo ví este filme que estaba lejos de hacerme pasar un rato agradable. La película es buena, es todo, menos preciosa.
Hay una crudeza que raya en la crueldad, vemos como siempre hay alguien que la pasa peor que uno mismo, que nuestros problemas no son nada, hay personas que la pasan mucho peor.
Hay tintes de fantasía que llegan sólo en la cabeza de la protagonista como un método de defensa ante las adversidades. Se agradece el realismo, preferible al drama y melosidad de otras cintas que usan el termino inspiradora, esta no, duro, seco y al hocico.
Hay un cierto pesimismo en el aire, la película de la semana pasada “A serious man”, es desde una perspectiva más ligera, una premisa muy similar, si nos va mal, siempre cabe la posibilidad de que nos vaya peor. Sin embargo Preciosa en comparación con la cinta de los hermanos Cohen deja abierta una posibilidad, con sus bemoles, pero en la cual radica el aporte de la cinta, todo depende de cómo lo veamos y si tomamos el lado bueno, me quedo con la parte en que señalan que a veces las personas que están rodeadas de oscuridad, en un túnel, deben brillar por ellas mismas, y cuando salen de ese túnel siguen brillando para alumbrar a los demás.